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jueves, 13 de septiembre de 2007

No lo sé. Pero también te extraño

Lo malo de irse es que al volver uno se entera que nunca estuvo.

Así la ausencia ya no es falta sino búsqueda y el regreso no es la vuelta sino la frustración de abrir los ojos tras haber soplado las velitas y ver que todo sigue igual.

Creí haberme visto más de una vez pero sólo era mi sombra.

No pude haber vuelto, nunca estuve aquí. Aún así, a veces, me siento como en casa.

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